Published: September 17, 2020

ace un tiempo que estoy en Subterraneo Webzine y en ese lapso he podido traer varias bandas de mi agrado. Una gran mayoría han sido descubiertas y traídas por mi cuenta. Otras en cambio se me han ofrecido o he descubierto gracias a este medio. Una de esas bandas fue WILLS DISSOLVE y su debut The heavens are not on fire, que me sorprendió gratamente en muchos aspectos, y por lo tanto vaticiné que en un futuro sería muy interesante ver qué pasos darían en su siguiente disco. ¡Acerté de pleno! Por este tipo de cosas me metería a adivino sin pensármelo dos veces. Luego recordaría que todo eso es una jodida estafa piramidal y se me pasaría. De Ilusiones y estúpidas ideas locas que se le pasan a uno por la cabeza de coña vive uno, así soy yo.

Si en su día me sorprendió que con su debut apostaran por una monstruosa canción de casi cincuenta minutos ya no me sorprende que sigan apostando por lo mismo. La diferencia es que esta vez han condensado la duración reduciéndola a treinta minutos, y encima han enriquecido su propuesta con varias cosillas muy interesantes en un único tema. ¿Por dónde empezar a diseccionar semejante monstruosidad? Todas las pequeñas pero importantes cosas que flaqueaban en su debut se han cubierto. Una de esas es la fluidez de la composición. Esto era algo en lo que fallaban debido al hecho de dividir en cinco partes la composición. Se notaba al pasar de una canción a otra y en que el contraste de voces limpias y guturales no estaba lo suficientemente conseguido. Eso hacía que salieras del viaje al que te inducían, algo que es hasta cierto punto era lógico debido a que era un debut, pero es ciertamente imperdonable si practicas este estilo y apuestas por tanta ambición. Por lo visto han aprendido de los errores, nada mal.

Recuerdo que cuando los descubrí citaban sus influencias sin pudor y, sí, beben mucho de ellas, pero las exprimen bien para ofrecer una materia prima de calidad. Una de esas influencias que me sorprendieron fue sin duda la de AHAB y los ENSLAVED más progresivos (en especial en las voces limpias y en los shriek puntuales). Sin duda alguna a lo largo de la composición aprovechan para abrazar varias veces un sonido doom combinado con los pasajes inamovibles del post metal. Es imposible no quedarse embelesado viendo cómo progresan y aprovechan para mezclarlo con multitud de detalles remarcables que dejan ojiplático. Sin duda alguna esto es su punto fuerte y destacan especialmente, pero afortunadamente no queda ahí la cosa; hay mucha tela que cortar.

Uno de esos detalles es el uso de los sintetizadores, que si te pones a pensarlo no es que les hagan mucha falta, ya que están más que capacitados para suplirlos, pero ya se sabe. Nada como los aditivos para dar nuevo sabor al producto y, si son como estos, que echen todos los que quieran. Se devorará y paladeará con gusto. Pegan especialmente, ya que siguen con la temática cósmica, que parece haber calado especialmente en los géneros técnicos y progresivos extremos metálicos. Algo que no molesta pero que puede terminar convirtiéndose en una plaga cansina de estereotipos o movimiento gafapasta. Para mi gusto hubiera preferido que tuvieran más protagonismo, ya que son bastantes interesantes, y hubiera dado más personalidad además de juego; tampoco me quejo. Si todo les va bien, pueden experimentar con ellos en futuros discos si así lo desean. Personalmente los veo como una prueba o experimento que aprueba con nota alta, así que ni tan mal.

Como la cosa va de mostrar influencias para dar material de infarto, tampoco dejan pasar la oportunidad de mostrar riffs y efectos vocales conseguidos por el vocoder, recordando en el proceso a titanes como Paul Masvidal (CYNIC) o Steffen Kummerer (OBSCURA). Incluso hay una sección que puede recordar al rock progresivo setentero de JETHRO TULL debido al uso de flautas de un tal Campbell Foster (supongo que será amigo de la banda, ya que no encuentro información de él) que nos hará recordar a cosas como AMORPHIS, CLOUDS o incluso ELUVEITIE. Totalmente increíble e inesperado.

Uno es todo, todo es uno. La gracia del disco es que consigue alinear un montón de estilos de la misma manera que lo hacen los planetas. ¿Cuánto habrá que esperar para volver a tener un disco de esta gente? No lo sé, pero espero que no mucho. Mientras tanto, escucha este disco en bucle hasta la extenuación. Bien lo merece.