Published: January 14, 2020

Si hay un lugar en el mundo infestado de bandas practicantes de post black metal esa es Norteamérica, y desde la ciudad de Buffalo nos llega este pequeño lanzamiento en forma de EP de la banda SERTRALINE. Este sexteto no es todavía muy conocido en esta boyante escena. Sin embargo no son ningunos novatos, ya que parte del plantel proviene de una formación, WHERE SHE WEP, ahora ya extinta. La única novedad respecto a aquella formación es el batería Ken Culton, que debuta con un muy buen manejo de su instrumento.

Tanto la banda germen como SERTRALINE se caracterizan por la utilización de tres guitarras, algo que también se está estandarizando en este tipo de formaciones. No obstante, me cuesta discernir si tal decisión está justificada en el caso que nos ocupa, ya que lo que hacen lo podrían desempeñar con dos, pero ellos se sienten cómodos en este formato e imagino que tras la disolución de la banda madre querrían seguir formando el mismo bloque.

From both our hands es el segundo EP que publican y primero de los dos que tenían previsto lanzar en 2019  (para cuando leas esto ya tendrán en la calle These mills are oceans). De momento parece que la banda se siente cómoda en este formato, que en formaciones que se caracterizan por composiciones largas se ve idóneo. En este segundo lanzamiento la banda nos ofrece tres temas que en conjunto alcanzan casi la media hora, y lo que pudiera pasar por algo aburrido en el formato de disco aquí se hace bastante ameno.

En general, la música de SERTRALINE se mantiene dentro de un patrón estilístico claro donde su pasado les persigue; aunque abracen la etiqueta post black metal, estos tres temas están más bien influenciados por la parte melódica del black metal y por un claro poso gothic y doom que son los ingredientes que caracterizaban a aquellos WHERE SHE WEP con los que lograron editar hasta cuatro discos. Ligando con esto, y dado que la banda viene de una carrera musical bastante completa desde el año 2001, resulta curioso que el sonido general de SERTRALINE, en cuanto a producción se refiere, sea bastante crudo y que asociaríamos más bien a bandas noveles, por lo que hace pensar que la decisión en este sentido haya sido premeditada. La voz respeta en todo momento el patrón black metal y la inclusión de voces limpias (como suelen hacer hoy en día las bandas de post black metal) es aquí prácticamente nula. El aspecto que les acerca a esta categoría es el trabajo de guitarras, sobre todo en tramos intermedios en cada uno de los tres temas y una batería que en las partes más tranquilas se adentra en terrenos progresivos.

La temática de las composiciones sigue patrones naturalistas y musicalmente ninguno de los aquí ofrecidos van a marcar grandes hitos ni son un colmado de originalidad. El producto viene engalanado en una bonita portada con el lienzo Ophelia del excelente aunque un tanto desconocido pintor británico John William Waterhouse, uno de esos artistas a medio camino entre el simbolismo y el romanticismo que siempre es conveniente descubrir.