Published: December 28, 2018

El grupo canadiense Norilsk presentó en Octubre un mini álbum de cinco temas del que os traemos un review. Concebido como una segunda parte de su anterior trabajo, “The passages des glaciers”, este álbum nos trae un doom metal abrasivo y visceral con temas como la tradición, la pérdida y el desplazamiento forzoso, haciendo hincapié en las personas que ya no están, en la ausencia.

La banda se presenta bajo el nombre de una ciudad minera y siderúrgica del norte de Siberia (Rusia), lamentablemente una de las más contaminadas del mundo; seca y estéril, marcada por la siderurgia soviética, ya nos transmite una imagen de la atmósfera triste, melancólica, fría y desoladora que Norilsk nos quiere hacer llegar.

“Weepers Of The Land” trae cinco temas de duración considerable. “No Sacred Ground” no resulta un tema muy pesado teniendo en cuenta el género que estamos tratando; eso sí, la voz siempre desgarrada y los leves cambios de ritmo marcan la estructura de la canción. “The Way” comienza con una declaración femenina bastante contundente (misery, death), es lenta y estremecedora.  Las guitarras se acercan a un ritmo más dinámico en el tercer tema, “Toute la noirceur du monde” (Toda la maldad del mundo), toman fuerza y da la impresión de ser un tema más optimista manteniendo su singularidad. En “Tomber 7 fois” (Caer siete veces) lo más destacado son los riffs de unas guitarras atrevidas para este género doom, mostrando un aspecto más cercano al death pero manteniendo la tendencia densa y pesada. Por último, “Weepers Of The Land”, es el gran tema del mini álbum, tanto por la dimensión musical, muy lírica comparada con los temas anteriores, como por el significado somero y profundo que conlleva, tal y como analizamos en un artículo anterior sobre la presentación del vídeo de dicha canción. Una guitarra muy melancólica nos lleva hasta el final del trabajo, en el que atisba cierta esperanza.

Podemos decir, pues, que la banda Norilsk realiza un viaje interior e introspectivo, añadiendo una variable más amplia en el campo lírico como reconocimiento a aquellas personas, sobre todo, mujeres y niñas, que ya no están; y lo hacen de manera magistral.