Published: October 7, 2019

Por enésima vez, desde la Tierra de los Mil Lagos nos llega una obra para analizar. De manos del sello canadiense Hypnotic Dirge Records, recibimos la segunda obra en larga duración del one man band finés KVAL. Proyecto formado en 2016 bajo el nombre de KHAOSSOS y rebautizado cuatro años después, no fue hasta 2017 cuando se editó el debut homónimo, que editó también Hypnotic Dirge. 

He de confesar que este LP, titulado Laho, se me antojó mucho más atractivo cuando escuché uno de los cortes sueltos que cuando me adentré en la escucha completa del redondo. Me explico: me considero un gran seguidor del black metal en cualquiera de sus vertientes, siendo la escena finlandesa una de las que más me gusta. Pero sí que es cierto que en algunas ocasiones es muy complicado despuntar entre tantísima banda como las que nos ofrece incluso el black metal de corte atmosférico.

Me ha gustado el disco, no os voy a engañar, pero en algunos momentos se me ha hecho un poco cuesta arriba, un poco monótono. En algunos casos, a los one man band, al tratarse de proyectos unipersonales, puede que les falte un poco del ‘punch’ y la variedad que pueda ofrecer una mente extra aportando ideas. Me ha dado un poco esa sensación, ya que al tratarse de temas largos, con transiciones por lo general lentas, a veces son necesarios unos elementos que llenen los huecos que están dejando otros.

Quiero decir que si, por ejemplo, un riff de guitarra se repite prolongadamente, la batería realice fills o cambios de patrón para que ese riff no resulte repetitivo. Es el mayor inconveniente que le he visto a este álbum. Si vas a hacer canciones largas y con riffs que se estiran bastante, hay que procurar dar algo de versatilidad al asunto; al menos esa es mi opinión.

Por supuesto, el disco tiene cosas muy buenas, pues las lineas vocales se funden de maravilla con los elementos de atmósfera, llegando a resultar un black metal casi etéreo en muchas ocasiones. Hay muy buenas intenciones en lo que a las cuerdas se refiere, muy buenos momentos plasmados en grandes riffs y melancólicas melodías, como si fueran movidas por una suave corriente de aire entre las espesas ramas de los árboles de un oscuro bosque. 

Sin duda, los elementos atmosféricos son los que llevan el gran peso del disco, pues sin ellos sólo nos quedaría un black metal gris y lento con algunas muy buenas ideas. Si te va el rollo de bandas como ELLENDE, ALDA, EARTH AND PILLARS o ENISUM pero más tranquilo y con aires fineses, dale una oportunidad a KVAL; quizá le saques más virtudes a su segunda obra que yo.