Published: May 25, 2015

Hay trabajos que pasados unos pocos segundos ya te atrapan, y si encima tienes la suerte de que uno de estos caiga en tus manos para reseñar, todo parece ir en la dirección correcta. Estas son exactamente las sensaciones que puedo describir cuando transcurren unos pocos segundos del primer trabajo de los norteamericanos Atten Ash; unos desconocidos para mí, pero que tras algunas indagaciones, confirmaron mis sospechas.

Atten Ash es el nombre del trío formado por James Greene y que cuenta entre sus filas con Barre Gambling, guitarrista y fundador de Daylight Dies (aquí las piezas ya me empiezan a encajar) y Archie Hunt (cantante y guitarrista de Legion of the Fallen) para completar la formación. Lanzando su primer trabajo, The Hourglass, auto-editado en 2012 y que ahora ve la luz de la mano de Hypnotic Dirge Records.

El trío de Carolina del Norte nos presenta un trabajo de 50 minutos de doom death melódico y atmosférico que desde su primer corte "City in the Sea" deja clara la solvencia de sus integrantes: ritmos pesados pero pegadizos gracias a riffs afilados, melancólicos pasajes que crean hiatos en oscuras melodías desgarradas por la garganta de Archie Hunt y que se complementan con elaborados solos de guitarra.

No es hasta el tercer corte, "Not As Others Were", que aparece un registro vocal limpio, a cargo de James Greene, quien cobra más protagonismo en el ecuador de este trabajo, como por ejemplo en "Song for the Dead", tema que trae a mi memoria a los fineses RAPTURE. "Born" es un corte pesado y plagado de emotividad e incluso cierta épica en sus partes vocales limpias.

Cierran sus casi 50 minutos con la pista que da nombre al disco, "The Hourglass", y que es sin duda, la composición más melódica y atmosférica de todas.

En resumidas cuentas nos encontramos ante un gran trabajo del genero Doom/Death que no defraudará a los fans de bandas como Katatonia, October Tide o, por supuesto, Daylight Dies, pues ya es bastante curioso de por sí que este trabajo se gestara en paralelo a su A Frail Becoming, así que saquen sus propias conclusiones sobre cuál ha sido el manantial del que han bebido las musas compositivas de este trio. 

Veo necesario remarcar que el ritmo y la calidad de las composiciones no sufren altibajos a lo largo de todo el disco, cosa que se agradece facilitando su escucha del tirón una y otra vez. Es una lástima, no obstante, que estos experimentos o proyectos paralelos no sean más arriesgados (en definitiva no veo innovación alguna o riesgo palpable en hacer un disco sobre un género que ya dominas ampliamente). El mérito, no nos engañemos, se lo han ganado de sobras manufacturando este The Hourglass, para mí, un trabajo a destacar este 2015, el cual pese a que tenga ya unos años, se mantiene fresco. Y ojalá perdure.